Santiago. Uno de los terremotos más potentes de la historia sacudió a Chile en la madrugada de ayer, que causó centenares de muertos, un tsunami y derrumbes de viviendas, autopistas, puentes y hospitales que llevaron a declarar a parte de ese país como zona de catástrofe.
El terremoto de magnitud 8.8 grados en la escala de Ríchter se llegó a sentirse hasta en Sao Paulo, en Brasil, a dos mil 900 kilómetros al este. Al cierre de esta edición, el maremoto avanzaba a gran velocidad por el Océano Pacífico.
La presidenta Michelle Bachelet pidió medidas de prevención y declaró el “estado de catástrofe” en el centro de Chile, en donde, edificios de apartamentos nuevos quedaron derruidos. Las llamas devoraron una prisión y millones de personas salieron a las calles debido a la falta de electricidad.
“Estamos en proceso de evaluación, hasta aquí lo confirmado son más de 200 personas fallecidas y miles de heridos a lo largo del territorio afectado”, declaró la directora de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio de Interior (Onemi) Carmen Fernández, al cierre de esta edición.
Una de las localidades más golpeadas fue Talca, a 105 kilómetros del epicentro, en donde el periodista Roberto Candia relató que durante el terremoto “todo caía, los armarios y todo (...) yo dormía con mi hijo Diego, de 8 años, y solo atiné a tapar su cabeza con una almohada (...) parecía como una gran turbulencia de avión”.
El centro histórico del pueblo, con la mayoría de construcciones de adobe, cayó casi en su totalidad, aunque la mayoría de edificios albergan comercios que estaban vacíos a las 3.34 de la madrugada, cuando ocurrió el sismo.
La ministra de Vivienda, Patricia Poblete, calculó una cifra preliminar de un millón 500 mil viviendas afectadas.
El Centro Geológico de Estados Unidos reportó que después del sismo de 90 segundos de duración ocurrieron por lo menos 52 réplicas de magnitud 5 grados o más, incluso una de 6.9 grados. El epicentro se ubicó a 325 kilómetros al suroeste de Santiago y a una profundidad de 35 kilómetros.
Varias carreteras quedaron destruidas y los servicios de electricidad, agua y teléfonos no funcionaban en muchas áreas, lo que impedía conocer información de muertes o daños de regiones enteras.
En Santiago de Chile, 325 kilómetros al nordeste del epicentro, media docena de vehículos yacían volcados sobre el asfalto tras desplomarse el segundo piso de la autopista sobre la que circulaban. El museo de Bellas Artes mostraba daños graves, y un edificio de apartamentos con un estacionamiento de dos pisos, al colapsar, aplastó unos 50 autos cuyas alarmas sonaban sin parar.
Cierran aeropuerto
El aeropuerto internacional de Santiago estará cerrado por lo menos 72 horas porque varias de sus instalaciones sufrieron daños de consideración.
En tanto, la jornada final del Festival de Viña del Mar quedó suspendida.


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